http://www.conicet.gov.ar/new_scp/detalle.php?keywords=Tato&id=30390&congresos=yes&detalles=yes&congr_id=1322321
Título: Contaminantes Orgánicos Persistentes en Antártida
Autor/es:
MANETTI, MARTIN; PEPINO, A. JULIETA; ARGUELLO, GUSTAVO A.
Lugar: Mar del Plata - Buenos Aires
Reunión: Congreso; Argentina y Ambiente 2012; 2012
Resumen:
Los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP’s) atrajeron la atención de científicos y entidades de control ambiental en las últimas décadas debido a su persistencia, capacidad para bioacumularse en la cadena alimenticia, propiedades toxicológicas y su habilidad para ser transportados largas distancias a lugares remotos del planeta. Aunque algunos fueron prohibidos o restringidos en sus usos, en algunos países del hemisferio Sur se continúan utilizando. Esto hace que aún en la Antártida, donde no hay agricultura, la presencia de COP’s sea detectable y debida exclusivamente al transporte atmosférico de largo alcance. La campaña Antártica de Verano (CAV) 2010-2011, (Etapas III y IV), que se desarrolló a bordo del “Buque Oceanográfico Puerto Deseado” desde la ciudad de Ushuaia a las Islas Shetland del Sur, parte Norte y Oeste de la Península Antártica, Islas Orcadas del Sur, Ushuaia y regreso a la ciudad de Mar del Plata, sirvió como derrotero para desarrollar actividades científicas de proyectos apoyados por CONICET. Nuestro grupo de Investigación participó con un proyecto cuyo objetivo comprendió la determinación de plaguicidas organoclorados y PCB’s en aire. Entre los contaminantes que se pudieron identificar y cuantificar se encuentra el Endosulfán I, uno de los plaguicidas de mayor venta en la Argentina y del cual no se registran datos en la Antártida, y su principal metabolito Endosulfán II. La concentración en el aire Antártico se cuantificó entre 2 y 5 pg/m3, obteniendose valores similares para ambas especies, lo que indicaría que no se encuentran fuentes de emisión de Endosulfan I en la región. Las determinaciones realizadas a latitudes correspondientes al centro de nuestro país arrojan valores de hasta 525 pg/m3 y una relación Endosulfán I/ Endosulfán II de 8, evidenciando el movimiento de masas de aire desde el continente hacia el mar.
Además se detectó la presencia de Lindano (γ-HCH) y Hexaclorobenceno (HCB) que son analitos marcadores de contaminación muy utilizados en determinaciones atmosféricas. Nuestras determinaciones muestran que HCB está siendo usado aún en la región Pampeana y Norte de la Patagonia de nuestro País, no así Lindano, que presenta una distribución uniforme a lo largo de la transecta con leve incremento hacia latitudes menores. En cuanto a las determinaciones realizadas en la región Antártica se encontró niveles de HCB entre 11 y 16 pg/m3. En trabajos realizados por otros autores se habían determinado concentraciones de HCB 15 pg/m3.1 El desarrollo de las investigaciones en la región Antártica se encuentra aún en un nivel inicial. Mediciones sistemáticas, evaluación de formas alternativas de ingreso de los contaminantes y estudios de laboratorio son algunas de las acciones que deben realizarse; todas direccionadas y focalizadas hacia un entendimiento más integrado de las consecuencias que tiene y puede tener la inclusión de COP´s en ecosistemas tan delicados.
Antártida contaminada: Entrevista a Julieta Pepino, Lic. en Química, becaria doctoral del CONICET
Tres investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba encontraron contaminado con endosulfan y clorobenceno el aire de la Antártida y del mar argentino, aunque reconocen que la cantidad de pesticida hallado no es "grave"
Las muestras de aires se recogieron mientras el buque oceanográfico Deseado desarrollaba la campaña de verano, en febrero y marzo de este año. El buque científico partió desde Ushuaia hacia el norte de las Islas Shetland del Sur y el oeste de la península antártica, las Islas Orcadas del Sur. Desde allí, la embarcación, en la que se realizaban además otras actividades promovidas por el , regresó a Ushuaia y navegó hasta Mar del Plata para terminar con el muestreo del aire marítimo.
Los investigadores zarparon con la idea de que "algo podía haber", por las características de los compuestos que son contaminantes orgánicos persistentes (COP's), tóxicos, bioacumulables en la cadena alimenticia y transportables a remotos del planeta por los vientos.
"Lo que más encontramos es endosulfan y clorobenceno, conocido como lindano. El lindado es de los más usados en el tratamiento de la soja", relata la becaria de doctorado del CONICET e integrante del equipo de investigadores, Julieta Pepino.
"Todos son contaminantes y, según el período de exposición, pueden provocar diferentes enfermedades, incluso, llegar hasta el cáncer. No es que dependa de cuál es el pesticida en particular, son todos tóxicos.
En la zonas antárticas, se encuentran concentraciones de aproximadamente mil veces menores que en Córdoba, por lo que no es tan grave, pero ya existe. A medida que nos aproximamos al continente, se nota la influencia de la actividad humana. Por ejemplo, las concentraciones que encontramos en Buenos Aires de endosulfan, en particular, son quinientas veces mayores que las de la península. La influencia de las emisiones del continente, principalmente, de la Argentina, que está más cerca, es el principal factor.
También encontramos algunos tipos de PCB's, bifenilopoliclorados. Son compuestos que se usan en actividades industriales, en insecticidas, plastificantes. Estos tienen efectos sobre la salud. Son solubles en grasas y se acumulan en los tejidos del hígado y del cerebro, y afectan, por ejemplo, al neurodesarrollo y pueden provocar cáncer".
El equipo de científicos, Gustavo Argüello, Martín Manetti y Julieta Pepino, advierte en su informe que varios plaguicidas organoclorados fueron "prohibidos o restringidos" en sus usos en áreas industrializadas. Sin embargo, varios países del hemisferio sur continúan con su aplicación, y no se dispone de un "estricto control" sobre su acción o disponibilidad.
La provincia de Córdoba está particularmente afectada. Una extensísima parte de su superficie se destina a actividades agropecuarias, donde se usa extensivamente los COP's para el control de plagas, buscando el mejoramiento en la productividad.
El efecto de estas emisiones en la provincia y en el resto del hemisferio hace que, aun en la Antártida donde no hay agricultura, ni insectos, la presencia de COP's sea detectable, debido, exclusivamente, al transporte atmosférico de largo alcance.
El endosulfan I constituye uno de los plaguicidas más vendidos en la Argentina, y su utilización se extiende al cultivo de cereales, algodón, plantaciones de frutas, té y café por su efectividad sobre un amplio espectro de insectos y ácaros. Son innegables los beneficios que proporcionan los plaguicidas en la producción agrícola, reconocen los investigadores. No obstante, se preguntan ¿cuál será el impacto que estos contaminantes tendrán en estos sistemas extremos?; y reclaman que estas actividades sean "direccionadas y focalizadas" hacia un entendimiento más integrado de sus consecuencias, ya que pueden incluir contaminantes orgánicos persistentes en ecosistemas tan delicados como las regiones polares.
por Adrián Hernandez
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